Alrededor de un 70% de las mujeres de mediana edad experimentan adelgazamiento y caída del cabello. Esto tiende a comenzar cuando tenemos poco más de 50 años, a veces un poco antes. De cualquier manera, nos ocurre también cuando empezamos a notar una gran variedad de cambios físicos y mentales. En este artículo encontrarás algunos consejos prácticos para el cuidado adecuado de la piel y el cabello durante esta fase de la vida.
Cambios en la Piel y el Cabello durante la Menopausia
Durante la perimenopausia y la menopausia, el cuerpo experimenta una disminución en la producción de estrógeno y progesterona, dos hormonas fundamentales para mantener la salud de la piel y el cabello. Esta reducción hormonal resulta en varios cambios:
Piel:
La disminución del estrógeno afecta la producción de colágeno y elastina, proteínas esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel. Como resultado, la piel puede volverse más delgada, seca y menos elástica, aumentando la aparición de arrugas y líneas finas. Además, puede haber una disminución en la capacidad de la piel para retener humedad, llevando a una mayor sequedad. Algunas mujeres también experimentan manchas oscuras o cambios en la pigmentación de la piel.
Cabello:
La disminución de hormonas también puede afectar el ciclo de crecimiento del cabello. Con la menopausia, el ciclo de nuestro pelo se reduce y se vuelve más lento, por lo que la pérdida de densidad y grosor del cabello es común, así como un aumento en la sequedad y la fragilidad.
Consejos para el Cuidado para la Piel y el Cabello
Un tiempo antes de la llegada de la menopausia (en la perimenopausia), es posible realizar algunos cambios en el cuidado de la piel y prepararla para minimizar los efectos negativos que pueden provocar la disminución de estrógenos. El componente genético es determinante, razón por la cual no afecta del mismo modo a todas las mujeres.
THR (Terapia Hormonal de Reemplazo): Dado que la disminución del estrógeno afecta la producción de colágeno y elastina, ambas proteínas esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel y, adicionalmente, produce cambios en el ciclo de crecimiento del cabello, la THR indicada por un especialista podría generar impactos positivos en el cuidado de la piel y el cabello.
Mantente hidratada por dentro y por fuera: Durante esta etapa es importante mantenerte siempre hidratada: Además de beber suficiente agua, utiliza sistemáticamente cremas con componentes específicos como ácido hialurónico, retinol, vitaminas C y E y coenzima Q10 que ayudan a mantener la piel hidratada y reducir la aparición de líneas finas.
Protección Solar: El uso diario de protector solar es esencial para prevenir el envejecimiento prematuro y las manchas causadas por el sol. La protección solar previene el daño adicional causado por los rayos UV, que pueden exacerbar la sequedad y el envejecimiento de la piel. Se recomienda usar un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30.
Productos Anti-edad: A partir de los 35 o 40 años es recomendable incorporar cremas antiedad a tus rutinas de belleza. Puedes utilizar una crema antiarrugas para la piel muy seca, o una crema antiedad, que va a tratar todos los signos de la edad: arrugas, sequedad, flacidez y manchas. En cualquier caso, se recomienda su aplicación por la noche porque es el momento en que mejor funcionan este tipo de tratamientos. Fórmulas que contienen retinoides, péptidos y antioxidantes pueden ayudar a estimular la producción de colágeno y mejorar la textura de la piel.
Shampoos y Acondicionadores Nutritivos: Recomendamos optar por productos diseñados para cabello fino o debilitado, que aporten nutrientes y fortalezcan el cabello. Existen muchas marcas de excelente calidad en el mercado que entregan soluciones específicas para cada tipo de necesidad.
Tratamientos capilares de Proteínas y Aceites: La aplicación de tratamientos que contengan proteínas para fortalecer el cabello y aceites naturales para mejorar su brillo y pueden ayudar a mantener el cabello hidratado y reducir la fragilidad.
Evitar Tratamientos Agresivos: Reduce el uso de calor y químicos en el cabello para prevenir daños adicionales.
Tratamientos Tópicos: Productos con minoxidil pueden ser útiles para algunas mujeres que experimentan adelgazamiento del cabello.
Nutrición y Hábitos Saludables: Una dieta rica en vitaminas (especialmente A, C, E y Biotina) y minerales (como el zinc y el hierro) puede fomentar una piel y un cabello saludables. Alimentos como frutas, verduras, frutos secos y pescado son excelentes para esto. Evitar el tabaquismo, reducir el consumo de alcohol, mantener un peso saludable y practicar ejercicio regularmente también contribuyen a la salud de la piel y el cabello.
En resumen
Te invitamos a enfrentar la menopausia como una etapa de renovación y crecimiento personal. Priorizar el autocuidado durante este período es una clave hacia el bienestar. Adopta nuevas rutinas de cuidado, que pueden ayudarte a mantener una piel y cabello saludables y vibrantes. Recuerda que cada mujer es única, y lo que funciona para una puede no ser igualmente efectivo para otra. Por lo tanto, es recomendable consultar y conversar con un profesional experto en salud durante la menopausia que pueda aconsejarte de acuerdo a tus necesidades.